Aquatrantra y terapia en agua
Aquatantra es la fusión de diferentes técnicas y herramientas que he aprendido y llevo trabajando desde hace más de 16 años. Todo el conocimiento que me ha llegado del Tantra, que es mucho más antiguo de lo que nos podemos creer: la escucha sutil y suave de la terapia craneosacral, la reconexión con tu respiración a través del rebirthing, la liberación somato-emocional de las memorias que se quedan guardada en los tejidos y en las fascias, más todo el trabajo energético que llevo aprendiendo durante estos años, junto con la terapia sistémica de constelaciones familiares, me han llevado a traer todo este conocimiento al agua.
Terapia en agua
Muchos patrones de comportamiento tienen su origen en las vivencias de la infancia, los mecanismos de defensa que desarrollamos de niños para gestionar nuestras emociones y hacer frente a las experiencias vividas (rechazo, abandono, conflicto, violencia, falta de presencia, etc.) se alojaron en nuestro cuerpo y en nuestra psique a un nivel muy profundo e inconsciente generando bloqueos energéticos, emocionales y físicos, dificultando nuestras relaciones e impidiéndonos vivir plenamente nuestro potencial energético.
“Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua.” - Loran Eisely
El agua tiene memoria, es portadora de una memoria inteligente. El agua es una portadora de consciencia que reacciona ante la oración, la música, los pensamientos, la meditación, las palabras, ante todo esto el agua cambia su estructura, tiene la capacidad de modificar su estructura molecular. Ahora teniendo en cuenta todo esto, y que nuestro cuerpo está formado por el 70% de agua, no es fascinante darse cuenta cómo podemos aliviar muchísimas de las dolencias que tenemos de nuestras memorias y de cómo podemos modificar nuestro cuerpo en función de esto.
“Nos convertimos en aquello que pensamos.” - Buddha
Si nuestros pensamientos crean nuestra realidad, y son capaces de modelar la estructura del agua, también modela nuestro cuerpo y las aguas que hay en él.
Al traer presencia sin juicios dentro del agua y permitimos que el cuerpo se mueva, acompañándolo sin interferir, todo el tejido se relaja, se abre y se sueltan las tensiones. El sistema nervioso se libera y equilibra, y permitimos que los mecanismos de autocuración del cuerpo se pongan en marcha.
Antes de nacer en el vientre de mamá nuestro medio era el agua, venimos de ahí. Estábamos en un estado puro de puro ser, de unión, de no separación, de conexión con la vida y la vida sucedía sin esfuerzo. Éramos uno con la vida.
Al entrar en el agua, a un nivel celular muy profundo, volvemos a ese estado del ser, es una reconexión con nuestra esencia, con nuestra divinidad en la tierra, dotados de un cuerpo físico en conexión con la vida.
Cuando unimos toda esta experiencia que nos aporta entrar en el agua y al mismo tiempo conectamos con la respiración, y somos acompañados, de una manera amorosa y respetuosa, recuperamos el fluir del cuerpo (que a lo largo de la vida y por diferentes experiencias se nos ha ido tensando y acorazando) y nos ayudamos de la inhalación para recuperar la conexión con la vida y de la exhalación para soltar las tensiones y rendirnos a algo más grande que nosotros.
Si nos enfocamos en la parte puramente terapéutica, en las sesiones en agua se obtienen buenos resultados en:
Parálisis Cerebral
Dolores craneofaciales y migrañas
Insomnio, fatiga y estrés
Bruxismo y disfunciones de la articulación témporo-mandibular (ATM)
Fibromialgia
Lesiones deportivas y pre-competición
Dolores crónicos y agudos de cuello y espalda
Escoliosis, discopatías, hernia de disco
Trastornos del comportamiento y del aprendizaje
Estrés post-traumático y emocional
Autismo y trastornos de la conducta